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sábado, 17 de diciembre de 2011

bailar

Ella baila y los pelos vuelan y se arremolinan sobre su cabeza. Es un baile salvaje, como si fuese el último de la humanidad, o el último de su cuerpo. Su cuerpo que gira y salta y cae y se convierte en lineas veloces que cruzan el espacio. Ella se siente inmortal y enteramente/agitadamente feliz. No piensa, no reflexiona, no opina sobre nada. Solamente transpira y mueve el aire alrededor. ´Cause boys don´t cry dice The Cure por lo alto y ella yo canto con el poco aire que tengo mientras bailo. Papapara-papapara van los instrumentos y los pies rebotan en el piso. Como si fuese la primera vez que escucho esa canción, y no como un ritual catártico que se repite una y otra vez.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Revolución

Cuando llegue el día de la revolución de las maquinas, supongo que unos cuantos se van a tirar de las ventanas de altos edificios, otros correrán a esconderse en lugares como sótanos, pensando que las máquinas no bajan escaleras. Algunos van a querer luchar "por la supervivencia de la raza humana" (esto podría decirlo Bruce Willis, mientras frunce el ceño y mira de reojo como los robots se acercan).
Yo por mi parte les ofrezco un mate y veo que pasa...

lunes, 4 de julio de 2011

Pequeño listado de cosas que me dan felicidad:

El mate amargo cuando la temperatura del agua es justa-justa.

La plantita que pareció morir en una helada y ahora dio flores.

Subir al colectivo y poder elegir el asiento que esta sólo contra la ventana. Y abrir la ventanilla para que entre el aire.

Tener 1/4 kg de helado para mi sola.

Poner la cara al sol y cerrar los ojos.

Tener un vestidito nuevo.

El último párrafo de un libro que me tiene atrapada, mezcla rara de tristeza y alegría.

Los libritos de cd que vienen con las letras de las canciones.

Cuando la foto que sacaste supera lo que pensaste que estabas encuadrando.

martes, 24 de mayo de 2011

70 nada más

Nos encontramos alrededor de una mesa redonda con vasos de vino tinto en las manos, brindando y festejando. Chin chines por doquier, todos en honor de Robertito, que hoy cumple 70, y en honor de las canciones de 7 minutos casi sin estribillo, de los cuentos preciosos con melodía, de las mejores frases de guerra y de paz, del pelo con rulos despeinado y siempre recortándose sobre el fondo. Chin chin con Lennon y con George, también con Paul y con Ringo, con Joan Baez y su pelo larguiiiisimo, los rolling tomando el nombre...en fin, estamos todos ellos, guitarras, micrófonos solitarios iluminados por un seguidor, Bob, mi papá y yo. Mi papá lo abraza y le roba la armónica como recuerdo.

viernes, 13 de mayo de 2011

+

cosas que quiero sumar a mi vida porque me parece/ la gente dice/circula el rumor de que están buenas:

-dormir la siesta... sin culpa posterior. dormir (si es posible en invierno y con una mantita, mejor)
-disfrutar de la comida. cocinar cosas ricas porque sí, no porque "hay que almorzar algo".
-estar un día completo realmente descansando. hacer nada. Domingos le dicen?
-cambiar el cepillo de dientes cada 3 meses como dicen los odontólogos.
-tirar las medias cuando tienen huecos y comprar nuevas.
-alguna vez usar un bolsito o cartera pequeño que no pese 3 kilos, y donde sólo lleve lo esencial.
-ir a un bar a tomar un café mientras leo un libro.
-ser más constante. en general.
-viajar.
-amigarme con la tecnología.

miércoles, 13 de abril de 2011

aguafuertes porteñas

Justo hoy voy sin auriculares puestos en el colectivo, por lo que pude escuchar las cosas que normalmente tapan los muchachos de Calle 13,la bella Regina,o el tío Charly...



  1. Una señora le cuenta con voz muuuuuy nasal a su marido que Noelia es muy adulta para su edad...(aquí se ve que él preguntó, en tono inaudible para mi, algo así como qué edad tiene Noelia)...ella responde: 23 nada más! Lo podés creer??? Esa chica se desvive por los hijos, parece una señora mayor, se encierra en el baño todos los días y llora por los hijitos... En este punto dejé de escuchar porque me dio mucha tristeza Noelia de 23 nada más.

  2. Un nene que va al jardín con una mochila de su mismo tamaño estampada de toystories, sentadito al lado de su mamá. Canta: atención...atencíón...voy a cantar una cancion. Y esto repetido casi al infinito con esa capacidad que tienen los niños de abstraerse y llevarnos con ellos.

  3. Durante aproximadamente 20 cuadras, una mujer sentada detrás mio va hablando por celular a los gritos: Gordi, te escucho muy mal, hay mucho ruido en tu depto, cerra la ventana... bueno, te sigo contando: hoy fui al ginecólogo (cara de suspenso y expectativa en todos los pasajeros que vamos en el colectivo) y pregunta si estoy como para hacerme el papanicolao, le digo que obvio. Me pregunta si no tuve relaciones sexuales cerca (ya nadie hace otra cosa mas que escucharla desde las ultimas 2 cuadras), le digo que NOjajajajajaQUEOJALAjajjajaja. Creo que todos reímos con ella (por dentro esta claro: la famosa risita adentro de la cabeza). Hay una señora sentada contra la ventana que la mira medio mal, pero me dan ganas de decirle: señora no sea así, a estas cosas se expone una cuando no usa los auriculares en el colectivo. Mejor disfrute del paisaje sonoro, abra la ventanilla y deje que el vientito la despeine un poco.

martes, 12 de abril de 2011

Matt Damon

Puntos de inflexión. Mirar adonde estoy parada y otear el horizonte como si fuese un mapa lleno de puntos en el espacio. Después de este pensamiento así medio profundo (extraño para un día lunes, debo decir), me viene a la cabeza una película bastante mala que vi hace unos días, donde el protagonista en cuestión (Matt Damon) se da cuenta de que su vida esta manejada por unos señores agentes del destino, vestidos con traje y sombreros muy años ´50...para más datos. Lo que más me gustó es que tenían unos cuadernos que venían a ser la vida de cada uno, con recorridos parecidos a los del subte que se van ramificando en diferentes colores, con estaciones y combinaciones de línea.
En este momento estoy medio Matt Damon digamos, mirando un cuaderno y dibujando posibles lineas y combinaciones. Y la verdad es que me gusta mantener cierta incertidumbre en el recorrido...las sorpresas que traen escondidas las decisiones.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Lluvia + Tokio + pizza .

Nadie me lo advirtió.
El día estaba lluvioso y yo tenía que hacer tiempo, así que me metí en una pizzeria del centro para almorzar y terminar mi libro. Hace una semana que estoy con una novela que me tiene de acá para allá por las calles de Tokyo, comiendo sushi, escuchando a los Beatles y tomando sake. Todo eso y un poquito más en 381 páginas.

Me senté en la única mesa libre del salón, una isla en medio de tanta gente comiendo y charlando. (Acabo de decir "una isla"... debe ser la influencia de Japón). Pedí mi porción de pizza de verduras, una empanada y un agua. El mozo se fue y en 5 minutos volvió con mi pedido. Lista para sumergirme en las últimas páginas entonces....

Y me fuí, quede enganchada una vez más en la vida de Watanabe que esta enamorado de una chica buena, pero complicada. Trastornada. Y aparece otra chica en su vida, Midori, que me cae muy bien. Hablan de peliculas porno y toman mucho. En fin, así iba por la 376, 377, trescientossetentayo... y la pizza se enfriaba en el plato frente a mi.

Y nadie me avisó. De verdad, alguien debería haberme advertido; porque de repente el final arrasó con todo, y empecé a ver como las palabras eran cada vez menos, y como el espacio en blanco me esperaba como un abismo al terminar el último parrafo (mejor no como un abismo, como una puerta abierta de noche, donde no se ve que hay del otro lado), y leí muuuy despacio para retrasar el momento. Y me largué a llorar.

Las últimas palabras se llevaron todo con ellas, y yo me quedé sentada llorando despacito, con una porción de pizza de verduras en la mesa y muchísima gente alrededor que debe haber pensado que alguien me rompió el corazón.


El libro es Tokio Blues de Murakami. Excelente. Bello por demás.
La pizzería es Guerrín. También excelente. Recomendación de la Barbuda: verduras con salsa blanca.

miércoles, 9 de febrero de 2011

pequeña reflexión

Que increíble toda la felicidad que puede estar contenida en un cucurucho de helado.



miércoles, 2 de febrero de 2011

Una historia de amor

Debo haber tenido 2 años cuando se estrenó Mónica y sus amigos en el cine, un dibujito brasilero del que lo único que recuerdo es que la nena tenía dientes grandes... eso es también lo único que recuerdo del cine esa vez, pero mi mamá se ha ocupado de contar lo bien que me porté y como aparentemente quedo claro de entrada que mi relación con el cine iba a ser de amor. Puro amor.



Hitos que siguieron: la primera vez que fuí sola con mi papá, vimos Superman (cuando Superman era de acero y no el blandengue de la última versión). De esa me acuerdo que habia una pelea entre el Hombre Pajaro y Lex Luthor en una de esas callecitas tipo basurero-entre-edificios, que tan misteriosamente hermanan a Ciudad Gótica con Nueva York (no conozco personalmente ninguna de las dos, sólo lo que he visto en películas...). En esa escena Superman casi casi era vencido por el villano. Con el tiempo y la sumatoria de peliculas de este tipo comprendí que el superheroe no muere, nunca; pero en ese momento tuve miedo por él. Inocente de mi.

Mi abuelo nos llevó a mi hermana, mi prima y a mi a ver "El oso". Una con osos de verdad, no tipo Winnie the Pooh, estos vagaban por la montaña, la mamá del osito (obezno???) moría bajo un alud de piedras y eso es todo lo que me puedo acordar. Lloré. Las tres lloramos, creo que mi abuelo también, pero sin hacer ruido.

Seguimos el listado con una terrible en serio: Ico el caballito valiente, con lo que saqué a García Ferré de mi vida para siempre...¡y nunca miré atrás!

Hito grande,enorme: la de Peter Pan cuando es grande, con Robin Williams, creo que se llama Garfio. Sentados en la escalera porque el cine está repleto, con mi hermana y mis papás, el día de su aniversario. Felicidad primero de estar los cuatro festejando, y una vez que se apagaron las luces y se largó la peli...ah! Placer absoluto. Volar, ser un niño perdido, la tristeza de que Peter Pan sea adulto...todo mezclado.

Y seguir yendo al cine a ver cualquier cosa, lo que hubiese, pelis que recuerdo por sí mismas, otras que vienen acompañadas de personas, lugares. Si me preguntan prefiero: salas llenas para las comedias porque las risas resuenan mejor; dramas de esos que te hacen mierda nunca en tarde de domingo (eso no puede terminar bien); casi nunca pochoclo, vamos con los caramelos. Butaca del medio para arriba. Digamos no a la proyección de dvds en salas. Hermoso mirar hacia arriba y ver el haz de luz que cruza la sala, saber que estas en el cine. Algo que queda poco, pero vale la pena: sala grande de cine viejo con telón que se abre cuando empieza la función, así parece todavía más que uno forma parte de un evento.

Y nunca, pero nunca decir bueh! pero si es lo mismo verlo en la tele... Cuando eso pasa, Chaplin, Hitchcock, Fellini y compañía lloran en sus tumbas.

lunes, 24 de enero de 2011

Siesta en el Botánico

Estan los dos sentados en un banco de plaza, en medio del Botánico, rodeados de gatos, verde y viejitas con bolsas llenas de pan.
El le dice que por el calor esta durmiendo muy mal, que le cuesta soñar.
Ella le cuenta su último sueño:
En mi sueño estabas vos, vestido con un traje azul, muy prolijo. Peinado con gomina tipo Gardel, zapatos de charol negros lustradísimos. Y yo me iba acercando, despacito, con un poco de miedo. Cuando llego a vos (estoy al lado tuyo) veo que tenés un hilo de baba que cae sin interrupciones, como una canilla abierta. Y además...¡no parpadeás! Y yo quiero sacudirte, pero cuando lo voy a hacer mis manos se convierten en pies y me voy corriendo cabeza abajo, resbalando en el rio de tu baba.

Silencio.

Pasa una viejita muy despacio, con un sequito de gatos que la escolta.

Hace calor incluso en la sombra del Botánico.

El se imagina como le quedaría el pelo engominado.